¿Cómo se hace?

En esta sección os vamos a enseñar como se hacen algunas salsas, decoración de postres, masas, vinagretas entre otros...


Bizcocho genovés:

El bizcocho genovés es el típico bizcocho que normalmente utilizamos para las tartas y otras recetas de repostería.
4 huevos medianos, 125 g de azúcar, 125 g de harina floja, una pizca de sal, ralladura de limón o de naranja (facultativo).  

Ponemos a precalentar el horno a calentar a 180-185ºC. En primer lugar colocamos los huevos en un bol grande y añadimos el azúcar y la pizca de sal -para montar huevos es mejor siempre dejar que los huevos cojan temperatura ambiente- y los montamos o con varilla manual o eléctrica. La mezcla debe triplicar el volumen y alcanzar el punto de cinta, es decir, que cuando escurra de las varillas forme un dibujo o cinta sobre la superficie de la mezcla. Posteriormente, añadimos entonces la harina previamente tamizada y mezclamos con  una espátula con movimientos envolventes hasta que desaparezcan los grumos. Mientras vamos preparando un molde redondo l-o untamos bien de mantequilla y lo enharinamos-.  Vertemos la mezcla en el molde y alisamos la superficie con la espátula. Por último, horneamos 15 minutos -probamos si está hecho pinchando el centro con una aguja-  y lo sacamos a enfriar. Lo dejamos unos minutos en el molde hasta que se enfríe. Si lo queréis para una tarta y tenéis que rellenarlo, os aconsejamos que lo dejéis reposar, bien envuelto en plástico y así os será más fácil cortarlo y manipularlo.

Chocolate de cobertura:

Para cubir tartas, muffins, petitsuis e infinidad de pasteles lo que necesitamos es chocolate de cobertura mantequilla y nata. La fórmula perfecta es la misma proporción de chocolate que de nata y un poco menos de un cuarto de la proporción de esa proporción será mantequilla. Para conseguir nuestra cobertura, derretimos en un bol con nata y mantequilla el chocolate de cobertura, hasta que quede una mezcla homogénea y brillante.

Filigrana de caramelo:

Parece una tarea difícil, pero luego es realmente sencillo. 
Pon en una cacerola el azúcar y el agua a calentar a fuego medio, debes removerlo al principio pero a medida que se va formando el caramelo -lo verás por que empieza a coger un color dorado tostado- ya no debes removerlo puesto que se te podría cristalizar más rápido. Cuando está listo el caramelo se retira del fuego. Previamente prepara una lámina de papel para horno, y ten a mano un palito -cuánto más fino mejor-. Cuando tengamos listo el caramelo liquido, con una cuchara vamos precipitando el caramelo sobre el palito haciendo zigzag, se colgarán los hilos sobre el palito quedando suspendidos y formando una telita. También se pueden hacer figuras en el papel de horno, cuando esté cristalizado el caramelo con un cuchillo podemos despegar las figuras. 
Atención: No tocar el caramelo cuando está recién hecho por que mantiene muchísimo el calor y su quemadura es de las más graves. 


Puré de patatas


Es un básico en las cocinas. Sirve como acompañante ideal en algunas carnes, le da un toque infantil y rústico al plato. Necesitamos 1 kilo de patatas (para cocer), 1 vasito de leche, 75gr de mantequilla y sal.Lavamos bien las patatas bajo el grifo. Las ponemos en una olla, sin pelar, y cubrimos con agua fría, le añadimos sal y ponemos al fuego. Una vez que el agua comience a hervir podemos contar el tiempo, las patatas tardan en cocerse unos 30 minutos, aunque esto va a depender del tamaño y del tipo de patata. Con un tenedor pinchamos las patatas, para saber si está bien cocida. Una vez cocidas, las retiramos del fuego, quitamos el agua y dejemos que se templen pero sin que se enfríen del todo.Pelamos las patatas, deben seguir calientes, las pasamos por un pasapuré. Le añadimos la sal, la leche templada y el aceite y un poquito de nuez moscada. Lo mezclamos bien y ya está preparado nuestro puré.


Tomate frito casero


El tomate frito es una de las salsas más conocidas y usadas. Necesitamos 1 Kg de tomates maduros, 2 cucharadas de azúcar, una pizca de sal y aceite virgen extra. 
Limpiamos bien los tomates, les quitamos la piel y los cortamos en gajos. Si los escaldamos durante unos segundos nos será más fácil retirar la piel. Ponemos al fuego medio con un chorrito de aceite  una sartén alta, vertemos los gajos de tomate vamos removiendo de vez en cuando. Cuando estén pochados pondremos u poquito de sal, y cuando esté incorporada la sal en toda la salsa echamos dos cucharadas de azúcar. Dejamos reducir la salsa y después pasamos por el pasapuré la salsa y terminada la operación.



























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